Dom Geoffroy Kemlin, nuevo abad de Solesmes
03.06.2022
"Fratres in unum" es el lema del padre Geoffroy Kemlin
Dom Geoffroy Kemlin, OSB
Tras treinta años como abad, cansado de la tarea y deseoso de ceder las riendas, Dom Philippe Dupont, padre abad de la abadía de Saint-Pierre de Solesmes (Sarthe) desde 1992, ha presentado su dimisión.
Una vez aprobada por el Santo Padre, esta renuncia allanó el camino para la elección de su sucesor, que tuvo lugar el martes 17 de mayo en la abadía. Una peculiaridad de Solesmes es que la elección de un nuevo abad no sólo concierne a los monjes profesos (los que han hecho profesión solemne), sino también a los abades de los monasterios que dependen de ella, una treintena en una docena de países (Senegal, Lituania, Inglaterra, etc.).
La abadía de Saint-Pierre es, de hecho, la sede de la congregación benedictina de Solesmes. La orden benedictina, que agrupa a todos los monjes que viven según la Regla de San Benito, se organiza de hecho en congregaciones, es decir, grupos de abadías que se ayudan mutuamente y mantienen un vínculo canónico. Fundada en 1837 por Dom Guéranger, sacerdote de la diócesis de Le Mans, la abadía de Saint-Pierre fue reconocida por la Santa Sede como heredera de los benedictinos franceses desaparecidos durante la Revolución. Todas las abadías fundadas o refundadas por Solesmes o sus hijas desde entonces, tanto femeninas como masculinas, constituyen la citada congregación.
Dom Geoffroy Kemlin, el nuevo abad de Saint-Pierre, es por tanto el padre de su comunidad y el garante de la herencia benedictina y de la cooperación entre las abadías de la congregación que preside, aunque cada casa sigue siendo autónoma. Antes de su elección, Dom Kemlin había sido prior de la abadía durante seis años, asistiendo a Dom Philippe Dupont en su función de padre de los monjes.
Dom Geoffroy Kemlin (izquierda) y Dom Philippe Dupont (derecha)
Monjes en la Abadía de St Pierre de Solesmes y Abades de la Congregación
Artículo y fotos de Aleteia :
https://fr.aleteia.org/2022/05/18/dom-geoffroy-kemlin-un-nouvel-abbe-pour-solesmes